Los números más recientes del Times/Siena muestran a Harris por delante en Míchigan y Wisconsin, y con una ventaja razonable en el Segundo Distrito de Nebraska
Kamala Harris estuvo a la cabeza entre los votantes probables por un punto porcentual en Michigan, dos puntos en Wisconsin y nueve puntos en el Segundo Distrito Congresional de Nebraska. Donald Trump lideró en Ohio por seis puntos entre los votantes probables, 50 por ciento a 44 por ciento (en 2020 ganó el estado por ocho puntos).
Cuando se añaden al panorama las otras encuestas recientes del Times/Siena, la conclusión es clara: se trata de unas elecciones extremadamente reñidas.
Imaginemos, por un momento, que las últimas encuestas del Times/Siena en cada estado clave acertaran. No lo harán, por supuesto, pero este es el resultado que se obtendría en el Colegio Electoral:
Harris 270, Trump 268.
En términos de conteo electoral, sería la elección presidencial moderna más reñida de Estados Unidos.
Si se promedian las seis encuestas que hicimos en los principales estados en disputa (nos saltamos Nevada en nuestra ronda más reciente), Trump va a la delantera por una media de solo 0,6 puntos.
Hemos tenido muchas elecciones reñidas en los últimos tiempos, pero en ninguna de ellas las encuestas estuvieron tan cerradas. En 2008, 2012, 2016 y 2020, un candidato tenía una ventaja de al menos unos pocos puntos en suficientes estados como para convertirse en favorito material, si no en uno abrumador. Como puede atestiguar Hillary Clinton, una ventaja modesta pero clara no es garantía de victoria. Sin embargo, en este caso, ni Harris ni Trump pueden presumir siquiera de eso.
Este puede ser un año en el que las encuestas no sugieran como favorito a ningún candidato.