
Este lunes el presidente Donald Trump confirmó que está analizando una «ayuda» para el sector automotriz en medio de su anuncio de imponer aranceles a las autopartes a partir de mayo.
«Estoy considerando algo para ayudar a las compañías automotrices con esto. Están cambiando a piezas fabricadas en Canadá, México y otros lugares, y necesitan algo de tiempo, porque las van a fabricar aquí», dijo el presidente en diálogo con medios de comunicación desde su Despacho Oval.
El presidente republicano afirma que los aranceles a las importaciones de carros fabricados fuera de Estados Unidos impulsarán en el largo plazo la industria automotriz local, sin embargo, desde este sector afirman que son más los impactos perjudiciales en el corto y mediano plazo para estas empresas.
Los argumentos han sido expuestos en la Casa Blanca.
Los empresarios han sido enfáticos en que cambiar la producción que tienen fuera de Estados Unidos podría demorar hasta siete años, tiempo en que los precios para los consumidores estadounidenses se dispararán y no compensarán los gravámenes impuestos por el gobierno de Trump.
Los argumentos también han sido escuchados en Palacio Nacional.
El pasado viernes, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, reveló que espera un descuento para los autos hechos en México según marca y modelo, como parte de un nuevo esquema de trato preferencial.

«Tenemos una ventaja porque somos la industria automotriz más integrada de Estados Unidos, de todo el mundo y van a aplicar descuentos con ese criterio», dijo el funcionario, quien mantendrá reuniones técnicas esta semana en Washington.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó esta mañana, durante su conferencia diaria, que continúa el diálogo con Estados Unidos, sin embargo, evitó adelantar algún anuncio respecto al sector automotriz.
«No quisiera yo mencionar todas las propuestas que estamos haciendo a los Estados Unidos, vamos a esperar algunos días para ver qué es lo que logramos. Obviamente es una disminución importante», dijo