En un reciente estudio realizado por Massive Caller, Baja California se ha posicionado como la entidad mejor evaluada por la ciudadanía, destacando la satisfacción general de los habitantes con la gestión del gobierno estatal.
Este informe pone de manifiesto la percepción positiva de los ciudadanos hacia las políticas implementadas, así como los logros alcanzados en diversas áreas como seguridad, salud y educación.
El estudio revela que un alto porcentaje de los encuestados aprueba las acciones y estrategias del gobierno estatal, lo que refleja una notable confianza en la administración.
En este contexto, la Gobernadora Marina del Pilar ha logrado consolidarse como la líder mejor calificada en el ranking de gobernadores a nivel nacional.
Su enfoque en la transparencia, la atención a las necesidades de la población y la implementación de programas sociales han sido factores clave en esta valoración positiva.
«Estamos trabajando incansablemente para mejorar la calidad de vida de los bajacalifornianos. Este reconocimiento es un impulso para seguir adelante», declaró Marina del Pilar durante una conferencia de prensa. La gobernadora también mencionó la importancia de la participación ciudadana en el proceso de evaluación y mejora de los servicios públicos.
Los datos de Massive Caller indican que los ciudadanos valoran especialmente las iniciativas en materia de salud, que han sido prioritarias durante la pandemia, así como los esfuerzos por mejorar la seguridad en la región. Además, la gestión educativa ha recibido elogios por adaptarse a las nuevas realidades del aprendizaje.
Con estos resultados, Baja California se posiciona como un modelo a seguir para otras entidades, demostrando que la cercanía con la ciudadanía y un gobierno proactivo son claves para generar confianza y satisfacción en la población. La gobernadora Marina del Pilar, al ser reconocida como la mejor gobernadora, refuerza su compromiso de continuar trabajando por el bienestar de los bajacalifornianos.
Los próximos meses serán cruciales para mantener esta tendencia positiva y seguir atendiendo las demandas de la población, con el objetivo de que Baja California continúe liderando el camino hacia un futuro más prometedor.
En el mismo análisis se ha puesto de manifiesto las entidades que enfrentan mayores desafíos en la percepción ciudadana, con Durango y Oaxaca encabezando la lista de las peor evaluadas a nivel nacional.
El estudio muestra que los habitantes de estas regiones expresan una insatisfacción significativa con la gestión de sus respectivos gobiernos, reflejando preocupaciones en áreas cruciales como seguridad, salud y educación.
En el caso de Durango, la falta de acciones efectivas en materia de seguridad y la percepción de corrupción han generado desconfianza entre los ciudadanos. «La situación es preocupante y necesitamos respuestas claras de nuestros líderes», comentó un residente de la capital duranguense.
Oaxaca, por su parte, enfrenta desafíos similares, donde los ciudadanos han manifestado descontento por la lentitud en la implementación de programas sociales y la atención a servicios básicos. «Esperábamos más del gobierno actual. La situación no ha mejorado», afirmó una madre de familia en la región.
El estudio también incluye a otros estados con baja aprobación, como Nayarit, Tamaulipas y Puebla, que, aunque presentan situaciones distintas, comparten la insatisfacción ciudadana.
En Zacatecas y Guerrero, los altos índices de violencia han impactado negativamente en la percepción de los gobiernos, mientras que en Morelos y Colima, las críticas se centran en la falta de atención a problemas económicos y sociales.
Campeche, Baja California Sur, Michoacán, Estado de México, Tlaxcala, San Luis Potosí y Chiapas cierran la lista, con diversos factores que contribuyen a la baja evaluación. La corrupción, la inseguridad y la ineficacia en la gestión de recursos son temas recurrentes que los ciudadanos demandan sean atendidos con urgencia.
Los resultados de este estudio son un llamado a la acción para los gobiernos de estas entidades, que deben trabajar de manera proactiva para restaurar la confianza ciudadana. La recuperación de la percepción pública dependerá en gran medida de su capacidad para abordar los problemas que más preocupan a los habitantes.