
El famoso bar Adelita, conocido por su historia en Tijuana, ha anunciado su cierre definitivo debido a presuntas extorsiones, acoso de competidores y corrupción de autoridades.
Según un comunicado oficial en redes sociales, la administración del bar denunció ser víctima de acusaciones falsas y fabricación de delitos.
Denuncias de amenazas y corrupción en altos niveles
El pasado 28 de febrero de 2025, Juvenal Jiménez Loza, expropietario del bar Adelita, envió una carta al Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, revelando un supuesto caso de extorsión, amenazas y secuestro en su contra.
Según su testimonio, los responsables serían sus propios sobrinos, identificados como Ricardo, Gerardo, María Isabel y Juana María Álvarez Jiménez, quienes habrían utilizado sus conexiones con figuras de alto nivel, como el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y el exprocurador Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, para frenar las denuncias en su contra.
Los conflictos familiares y legales se extienden a Aguascalientes, Sonora y Baja California, donde las disputas por propiedades y negocios han escalado a nivel federal.
Fallos judiciales y antecedentes del caso
En diciembre de 2024, un Juzgado de Distrito en Baja California ordenó la devolución de los negocios “Adelita”, “El Bar Valentina” y “Hotel Coahuila” a la organización de Juvenal Jiménez Loza, también conocido como «El Padrino». Cabe destacar que el bar Adelita había sido clausurado en 2023 tras acusaciones de trata de personas.
Este caso sigue generando controversia, poniendo en evidencia posibles redes de corrupción, abuso de poder y rivalidades familiares en el sector empresarial y político de México.