
El rey Carlos III del Reino Unido aseguró este martes que Canadá encara “un momento crítico”, con “desafíos sin precedentes” en el que las relaciones del país con sus socios “están cambiando” en un “mundo peligroso”.
Carlos III, también el monarca de Canadá, pronunció en el Parlamento canadiense el llamado Discurso del Trono a petición del primer ministro, Mark Carney, y en respuesta a las amenazas de anexión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, busca usar esta gira, la primera desde que Carlos III ascendiera al trono, para resaltar la soberanía de este país que forma parte de la Commonwealth británica.
Carney calificó el desplazamiento del monarca como un “un honor histórico, a la altura de los desafíos de nuestro tiempo”.
El soberano, de 76 años y que padece un cáncer desde hace más de un año, fue invitado especialmente por el primer ministro a la inauguración de la legislatura en la capital Ottawa.
El monarca, obligado a mantener una estricta neutralidad política, nunca ha comentado en público las declaraciones de Trump, que insiste en que Canadá se una a Estados Unidos como el “estado 51”, por lo que su discurso genera expectación de que haya cualquier alusión al respecto.
Además de su retórica expansionista, Trump lanzó una guerra comercial que afecta a países aliados y a rivales, y que ha golpeado con mucha intensidad a Canadá.
El discurso del trono, que es redactado por la Oficina del primer ministro, habitualmente es pronunciado por el gobernador general, que representa a la Corona británica en Canadá.
El Partido Liberal de Canadá, liderado por Carney, un tecnócrata sin experiencia política previa, ganó las elecciones del 28 de abril, tras una campaña centrada exclusivamente en quién sería el mejor dirigente para hacer frente a Trump.
Carney se ha comprometido a liderar la mayor transformación de la economía canadiense desde el final de la Segunda Guerra Mundial para que el país pueda “plantar cara” a Trump.
El discurso del trono se caracteriza por un lenguaje diplomático muy prudente, pero se espera que contenga alguna alusión a la soberanía de Canadá.