
Irán advirtió el miércoles que atacará las bases militares estadounidenses en Oriente Medio en caso de conflicto con Estados Unidos, antes de una nueva ronda de conversaciones con Washington sobre el programa nuclear iraní.
Desde su regreso al poder en enero, el presidente estadounidense, Donald Trump, reactivó su campaña de “máxima presión” sobre Teherán, respaldando la diplomacia nuclear pero advirtiendo de una acción militar si fracasa.
Si “se nos impone un conflicto, la otra parte sufrirá sin duda más pérdidas que nosotros”, declaró el ministro iraní de Defensa, Aziz Nasirzadeh.
“Sus bases están a nuestro alcance” y “Estados Unidos deberá abandonar la región”, agregó.
Estados Unidos dispone de numerosas bases militares próximas a Irán, la más importante de ellas en Catar, donde se encuentra el comando central del ejército estadounidense en Medio Oriente (Centcom).
Enemigos desde hace más de cuatro décadas, Irán y Estados Unidos han celebrado cinco rondas de negociaciones desde abril, con la mediación de Omán, en un intento de concluir un acuerdo para impedir que Teherán se dote de armas nucleares.
Irán anunció que el próximo ciclo de conversaciones está programado para el domingo, mientras que Trump dijo que esta reunión se celebrará el jueves. El mediador omaní no comentó.
“Confío mucho menos [que antes] en que vayamos a concluir un acuerdo” con Irán, declaró Trump en un podcast del diario New York Post, grabado el lunes y publicado el miércoles.
Irán y Estados Unidos buscan reemplazar el pacto histórico de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales que estableció restricciones a las actividades nucleares de Irán a cambio de un alivio de las sanciones económicas.
Las discusiones actuales siguen estancadas en el tema del enriquecimiento de uranio iraní.
La República Islámica enriquece actualmente uranio al 60 por ciento, muy por encima del límite del 3.67 por ciento del acuerdo de 2015 y cercano al 90 por ciento necesario para producir armas nucleares, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Irán niega tener objetivos militares y defiende su derecho a un programa nuclear civil, sobre todo para la energía.