En México, el Día de Muertos representa una celebración llena de vida, con alegría, colores y tradiciones que rinden homenaje a quienes han partido. La Catrina, un personaje emblemático creado por José Guadalupe Posada, encarna este espíritu festivo, recordándonos que la muerte no debe ser temida, sino celebrada.
Sin embargo, cuando un ser querido fallece, la realidad se torna sombría y se presentan múltiples trámites para garantizar una despedida digna.
¿Qué son los servicios funerarios?
Los servicios funerarios abarcan el manejo, tratamiento y traslado del cuerpo del fallecido. Esto incluye la compra de un ataúd, féretro o urna, así como el traslado y la recepción del cadáver, ya sea en un hogar o en un velatorio. Además, es fundamental el acondicionamiento del cuerpo, según los deseos que haya expresado en vida.
Las opciones de disposición final incluyen la cremación o la inhumación en un panteón. Los servicios también contemplan el uso de capillas y el equipamiento para velación, así como la colocación de lápidas y placas de identificación.
- Traslado y Recepción: El traslado del cadáver a un velorio o casa funeraria.
- Acondicionamiento: Preparar el cuerpo según las solicitudes del difunto o sus familiares.
- Bienes y Servicios: Provisión de ataúdes, urnas y otros artículos funerarios.
- Inhumación o Cremación: Opciones para el descanso final, que incluyen entierros en panteones o cremaciones.
- Gestoría: Servicios adicionales para la disposición final del cuerpo, como colocación de lápidas o monumentos.