
Ciudad de México, 2 de junio de 2025. — Con más del 68% de las actas computadas y una participación ciudadana apenas superior al 11.5%, la elección para ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación avanza con un rasgo distintivo: las candidaturas femeninas dominan ampliamente los primeros lugares.
Las aspirantes con mayor número de votos son:
Lenia Batres Guadarrama (actual ministra en funciones): 3,504,279 votos

Yasmín Esquivel Mossa (ministra en funciones): 3,067,604 votos

Loretta Ortiz Ahlf (ministra en funciones): 2,959,868 votos

María Estela Ríos González (propuesta por el Ejecutivo y Legislativo): 2,785,846 votos

Estas cuatro mujeres, todas con trayectorias vinculadas al actual régimen político o con cargos previos en el poder judicial, acumulan más de 12 millones de votos en conjunto, muy por encima de otras postulaciones. La mayoría pertenece o ha sido propuesta por el Poder Ejecutivo, lo que refuerza la narrativa de alineación institucional con la llamada “Cuarta Transformación”.
Baja participación: ¿desinterés o desinformación?
Pese al alcance nacional del proceso, la participación ciudadana es preocupantemente baja. A las 15:20 h del último corte, solo el 11.55% del padrón había emitido su voto. Esto ha levantado voces críticas respecto a la falta de difusión y pedagogía institucional sobre la importancia de esta elección, inédita por su alcance mediático y la manera en que se consulta la legitimidad de candidaturas judiciales ante la población.
Un tribunal con rostro de mujer
En términos históricos, este proceso podría consolidar la mayor representación femenina en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aunque no es la primera vez que mujeres llegan al máximo tribunal, sí lo sería que lo hagan a través de un ejercicio de voto ciudadano y en bloque mayoritario.
El resultado —aún preliminar— parece alinearse con una agenda que ha impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su mandato: una Corte afín, renovada y con fuerte presencia femenina.
Sin embargo, especialistas advierten que esta composición, lejos de representar una transformación autónoma del Poder Judicial, podría implicar una profundización en la dependencia política de la Corte frente al Ejecutivo.
¿Y ahora qué?
Aunque el ejercicio no es vinculante y se trata de una consulta sin efecto legal directo, el Gobierno Federal ha insistido en que respetará la voluntad ciudadana. No obstante, queda en el Congreso la decisión final de nombrar ministras a partir de estas postulaciones, en un contexto donde el oficialismo podría tener mayoría calificada tras las elecciones generales.
Así, la SCJN se encuentra ante una bifurcación histórica: avanzar hacia la paridad o profundizar en la subordinación política.